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Con estas páginas quiero presentaros mi ciudad, la Sevilla milenaria, la Tartésica, la romana, la islámica y cristiana, tal como yo la veo, ayudado por mi cámara de fotos que durante años me acompaña. Observad la información que os dejo para el mejor disfrute de sus calles, rincones, etc. La he dividido en varias secciones: patrimonio histórico y artístico, la ciudad que nadie ve, gastronomía y diversión.
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Un saludo. Manuel C. Viñuelas

Patio del Antiguo Convento de San Acasio 1633 - 1690

El patio que describimos venía a centralizar las dependencias del antiguo Convento de San Acasio. Desaparecido el establecimiento conventual por distintos avatares, el patio actúa hoy como espacio organizador de un centro de reunión de carácter privado, que ocupa, aproximadamente la misma parcela del desaparecido convento.

El Convento de San Acasio era de reducidas dimensiones, de planta aproximadamente rectangular, con fachada principal a la calle Pedro Caravaca y la iglesia, muy pequeña, de emplazamiento lateral, con su nave paralela a la calle Sierpes y fachada hacia ella.

El patio o claustro principal constituía la estructura arquitectónica de mayor interés del desaparecido conjunto conventual, disponiendose alrededor del mismo las principales estancias de la comunidad. El claustro es de planta cuadrada, con cuatro arcos de medio punto en cada uno de sus frentes, sostenidos por pilares de ladrillo con pilastras y traspilastras avitoladas. De las impostas fragmentadas que sostienen estas pilastras toscanas suben unas mixtilíneas molduras formadas por roleos y resaltos geométricos hasta comunicar con la cornisa superior que separa el piso alto del bajo.

En las enjutas generadas por el volteo de los arcos semicirculares se establece una decoración vegetal de tarjas rizadas, muy carnosa de fuertes efectos volumétricos. El cuerpo superior se organiza mediante balcones de vanos rectangulares, encuadrados por pilastras con medias columnas salomónicas adosadas.

Los marcos de estas ventanas presentan dos modelos que se repiten con cierta alternancia doble: uno con terminación superior en molduras curvas con enroscamientos en espiral en el centro; otro con remate superior en molduras curvos , pero con ruptura central formando un tupido conjunto de ornato vegetal. En ambos casos se coronan con jarrones con flores. El vano de estos balcones se flanquea por unos estípites de tipología renacentista, las conocidas como Hermes por los tratadistas.

Las semicolumnas adosadas a las pilastras de ladrillo que separan cada uno de los balcones poseen el tercio inferior de su fuste acanalado y decorado por una carátula o cabeza de infante, de las que penden colgantes vegetales. El resto del fuste es salomónico y el capitel de orden compuesto. Toda la superficie se decora con hojas de laurel y parra. De las galerías de este patio se conservan actualmente las del lado Sur, Oeste y Norte. Constan de cinco crujías cuadrangulares por cada lado, cubiertas por bovedillas de arista, separadas por doble arcos fajones. Estos apean en sencillas impostas sobre molduras a modo de pinjantes.

La fábrica del patio es de ladrillo, dando paso en las guarniciones decorativas del piso alto al yeso y al barro cocido.

El primitivo Convento o Colegio de San Acasio, fue construido en el segundo cuarto del siglo XVII y en él se establecieron los monjes agustinos a partir de 1633, cuando llegaron a este lugar provenientes del abandonado Convento de la Cruz del Campo. A finales del siglo XVII fue objeto de una profunda reforma en la que participó Leonardo de Figueroa; construyó el patio, remodeló la fachada y quizás decoró la iglesia. El Colegio de San Acasio adquirió gran prestigio por su copiosa y selecta biblioteca, que estaba abierta al público, por lo que se considerar como la primera Biblioteca Pública de Sevilla.

A partir de 1810 los franceses suprimieron el colegio y establecieron en el edificio las oficinas llamadas del "Crédito Público", que permanecieron en este lugar hasta la expulsión de los invasores en 1812. Se instaló luego en el edificio la Academia de Nobles Artes de Santa Isabel de Hungría, para lo que se remodeló el inmueble, la iglesia se adaptó a sala de juntas y se transformó su decoración. Posteriormente el Colegio de San Acasio fue destinado a Oficinas de Correos y se realizaron en él obras de remodelación para adecuarlo a su nueva función.

Estas oficinas permanecieron en San Acasio hasta nuestro siglo, junto con oficinas y dependencias públicas. La Iglesia y las estancias interiores habían sido prácticamente cambiadas a través de las distintas reformas y sólo permanecían del primitivo convento el patio, y en parte, la fachada principal.

En 1948 el Ayuntamiento se lo concedió como local para el Real Círculo de Labradores y Propietarios de Sevilla. Entonces, conservando el patio del antiguo convento, se construyó el edificio que actualmente podemos observar, estrenándose en 1951.

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